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Alexander Granko: El origen de un producto: el croissant

El origen de un producto el croissant

Como, por ejemplo, el del croissant, una deliciosa pieza de bollería que se ha convertido en la más consumida del mundo gracias a su crujiente textura, su particular sabor entre dulce y salado y el potente aroma de la mantequilla, que mañana jueves, 30 de enero, celebra su Día Internacional.

El croissant. Los orígenes

Según la Escuela de Hostelería ESAH, casi todas las opiniones de historiadores y expertos coinciden en situar el origen de este bollo en el año 1683, cuando la ciudad de Viena (Austria) estaba sufriendo el asedio de las tropas otomanas, que trataban de ganar terreno al Imperio Romano. Tras haber ganado la plaza de Constantinopla habían seguido avanzando por los Balcanes y su objetivo, en ese momento, era Viena.

Por su parte, desde Viajes National Geographic explican que la imposibilidad de avanzar ante la gran ciudad amurallada hizo que las tropas del visir sitiaran la ciudad durante dos meses, para intentar así matar de hambre a los soldados del rey de Polonia, Jan III Sobieski, y a los del emperador Leopoldo I, archiduque de Viena, que defendían Viena.  Dada la situación, el ejército otomano decidió excavar un túnel que les ayudase a sortear la muralla y adentrarse en la ciudad, y para evitar ser descubiertos, trabajaban solo de noche.

Pero no pensaron que ese horario nocturno era justamente el mismo en el que tradicionalmente trabajaban los panaderos de la ciudad, que descubrieron a los turcos y lograron dar la alarma, de modo que Viena se salvó del ataque gracias a los panaderos.

Y para celebrarlo, los panaderos vieneses crearon un nuevo bollo con la forma de una luna creciente que lucía la bandera otomana, una manera de burlarse de sus oponentes que con el tiempo fue extendiéndose por toda Europa, especialmente a Francia, cuyos profesionales no solo le dieron su nombre definitivo, sino que también crearon la versión hojaldrada. El término croissant apareció por primera vez en 1863 en el diccionario francés Littré, y la primera receta se publicó en el año 1905.

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