Es un estilo de vida equilibrado que recoge recetas, formas de cocinar, celebraciones, costumbres, productos típicos y actividades humanas diversas. Y así lo reconoció la UNESCO declarando la dieta mediterránea Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
Entre las muchas propiedades beneficiosas para la salud de este patrón alimentario destacan, por ejemplo, el tipo de grasa utilizada (aceite de oliva, pescado y frutos secos), las proporciones en los nutrientes principales que guardan sus recetas (cereales y vegetales como base de los platos y carnes o similares como guarnición) y la riqueza en micronutrientes que contiene, fruto de la utilización de verduras de temporada, hierbas aromáticas y condimentos.
Un tipo de alimentación saludable que es perfectamente compatible con el placer de degustar sabrosos platos como esta Ensalada de zanahoria rallada con limón y miel, en base a una receta ofrecida por la Fundación Dieta Mediterránea.
INGREDIENTES
Para unas 4 raciones
ELABORACIÓN
Pelamos las zanahorias y las rallamos con un rallador de agujeros grandes.
En un bol grande echamos la miel, el zumo de limón, el comino, la canela, sal, pimienta y un buen chorro de aceite de oliva virgen extra y batimos bien con un tenedor.
Añadimos las zanahorias ralladas al bol, añadimos las pasas y removemos bien para que se impregnen bien del aderezo.
Dejamos la ensalada en la nevera hasta el momento de servir.
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