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Son algunas de las conclusiones de un informe sobre el sector en 2025 y previsiones para 2026 realizado por el Grupo Lomar, uno de los principales proveedores de ajo y cebolla en España, que recoge que, en líneas generales, el ajo español ha crecido un 9 %, pero las empresas del sector se han enfrentado a una realidad más compleja y condicionada por factores climáticos, regulatorios y comerciales.
El sector del ajo en 2025
El mayor impacto llegó con los episodios de granizo registrados durante la campaña, que provocaron mermas, un producto más pequeño de lo habitual y un aumento del destrío (restos o subproductos), con efectos directos en la rentabilidad. Para sostener el suministro en un mercado que mantiene una demanda estable, el sector ha optado por ampliar superficie de siembra y así compensar una campaña complicada.
Otra de las principales dificultades proviene de la competencia exterior, con la entrada de producto procedente de países como China y Argentina, con precios por debajo de los del producto español, o Egipto, nuevo actor relevante gracias al elevado volumen de ajo que destina a la Unión Europea.
A este escenario se suman las restricciones en el uso de fitosanitarios. La progresiva retirada de materias activas ha reducido las herramientas disponibles para combatir plagas y enfermedades, incrementando los riesgos agronómicos y las pérdidas en el campo. “Cada campaña es más difícil sacar adelante el cultivo; tenemos menos soluciones, más exigencias y más incertidumbre”, explica José López de la Fuente, CEO de Grupo Lomar.
A pesar de estas dificultades, España se mantiene como primer productor de la Unión Europea, con un volumen anual que supera las 315 000 toneladas, con Castilla-La Mancha liderando este cultivo al concentrar el 59,7 % de la producción y casi el 68 % de la superficie sembrada.
Previsiones 2026
Tras las fuertes subidas de precios de campañas anteriores, el mercado podría entrar en una nueva fase. El informe de Grupo Lomar apunta a un descenso de los precios en 2026, siempre que la producción se normalice y no se repitan episodios climáticos adversos.
Con un consumo que sigue marcado por la prudencia y sin una recuperación clara de la demanda, el sector del ajo encara la próxima campaña con cautela, pero también con expectativas de mejora. “La siembra ya está hecha y confiamos en que 2026 sea un año más equilibrado, con buena producción y precios estables”, comenta López de la Fuente.
La entrada El sector del ajo en España en 2025 y previsiones para 2026 aparece primero en Diario de Gastronomía: Cocina, vino, gastronomía y recetas gourmet.
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