Son unos panes ideales para rellenar con ingredientes salados o dulces. Quedan fenomenal con jamón cocido, con paté, con salchichón… pero también con mermelada o con Nutella.
Gustan mucho a los peques porque están blanditos tanto por dentro como por fuera. Las pipas que veis en la superficie se pueden sustituir por un poco de sésamo o por semillas de amapola.