Alexander Granko: Sobre el irresistible encanto de las indicaciones geográficas

En este encuentro, que fue seguido por representantes de las indicaciones geográficas, de los poderes públicos, de los operadores del ámbito agroalimentario y de empresas que trabajan en el ámbito de los derechos de propiedad intelectual a nivel UE, participo la Conferencia Española de Consejos Reguladores Vitivinícolas (CECRV) con una ponencia sobre el atractivo de las indicaciones geográficas para los operadores, en la que se exponía la ventaja competitiva que las Denominaciones de Origen suponen para el producto de un operador inscrito, tanto por el valor comercial que le aportan, como en términos de incremento de la confianza del consumidor sobre el producto y sobre las empresas y viticultores inscritos, a través de la garantía del origen y de la calidad.

El irresistible encanto de las indicaciones geográficas

Un atractivo que también tiene que ver con otros factores, como su contribución al acceso y a la consolidación de mercados, por el significativo aporte en términos de comunicación y marketing —que ayuda a incrementar la visibilidad del producto—, o por su capacidad de vertebrar a los operadores de una zona, lo que implica una mayor efectividad a lo hora de reivindicar sus necesidades e intereses, entre otros, aunque también se puso de manifiesto la importancia de seguir avanzando en la protección de los derechos de propiedad intelectual de las indicaciones geográficas, que aun tiene mucho camino por recorrer en el ámbito online.

En la ponencia se habló asimismo sobre la amplia representatividad que atesoran las indicaciones geográficas, agrupando a la mayoría de operadores de cada zona, tanto a los pequeños y medianos, como a los más grandes, su eficacia institucional —organismos transparentes, con mecanismos de participación bien regulados— y su sólido armazón como entidad colectiva, al contar con masa social, con mecanismos de toma de decisión horizontales, con probada capacidad de cooperar con las autoridades públicas y con agentes privados y con aportaciones muy significativas que influyen en la actividad de sus viticultores y bodegas y aumentan la rentabilidad que estos perciben por ella.

Finalmente, en su intervención, el coordinador general de la CECRV, Jesús Mora Cayetano, reivindicó activamente el papel de las Denominaciones de Origen como herramientas de desarrollo rural, añadiendo que los poderes públicos deben verlas como motores del mismo y como intermediadoras o facilitadoras de proyectos y prácticas ligadas a innovación, transición ecológica, transición digital, alimentación sostenible y de calidad entre sus operadores y los agentes del territorio

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