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Alexander Granko: Alimentta, nuevo think tank para la transición alimentaria

Alimentta, nuevo think tank para la transición alimentaria - Foto Alimentta

Apoyado por la Fundación Daniel y Nina Carasso —Daniel Carasso, fundador de Danone, y su esposa Nina—, Alimentta ha estado forjándose desde hace dos años abarcando toda la cadena alimentaria —producción, extracción, distribución, consumo y modelos de gobernanza de este sistema— con un equipo que trabaja en cinco grupos de trabajo: sistemas agrarios, sistemas marinos, nutrición y salud, políticas públicas, sociología y antropología de la alimentación.

El nuevo think tank actúa con la intención de contribuir al cambio en temas como: Una dieta de referencia, saludable y respetuosa con el medioambiente, Modos de producción y extracción de alimentos que incorporen criterios de salud y medioambientales, Sistemas Alimentarios Locales de base Agroecológica (SALbA) como motor de cambio y Un modelo de gobernanza favorable.

Hasta el momento, esta labor de investigación y divulgación ha dado como fruto la publicación de varios trabajos de investigación —Tras la huella del atún listado en el sistema alimentario, La relevancia de la merluza en el sistema agroalimentario español, La exposición humana a pesticidas disruptores endocrinos (EDC) y sus consecuencias para la salud, Ecosistemas marinos vulnerables: sin hábitat no hay recursos, o Dieta sostenible: efectos en el binomio salud-medioambiente, entre otros—, además de una serie de podcast compuesta por seis episodios sobre cómo se producen los alimentos y qué impacto tiene lo que se consume, analizando datos sobre hábitos alimenticios que demuestran el alejamiento de la tradicional dieta mediterránea, a pesar de estar reconocida internacionalmente.

Retos del sistema alimentario español

Además, desde Alimentta han definido una serie de retos del sistema alimentario español, ya que, en opinión de estos expertos, el sistema alimentario presenta, tanto a nivel global como a escala estatal, disfuncionalidades que afectan a las personas y deterioran los ecosistemas. Y su diagnóstico es:

  • Existe una distancia cada vez mayor entre lo que comemos y una dieta mediterránea saludable, agravada por el uso de plásticos contaminantes en los envases.
  • Los insumos, agua y energía que requiere el modelo agroganadero, agotan y contaminan los recursos disponibles.
  • La pesca de arrastre y la extracción de grandes volúmenes de captura degradan los fondos marinos y su biodiversidad.
  • La despoblación rural y la ‘turistificación’ costera también tienen relación con la autonomía alimentaria.
  • La industria alimentaria es una gran emisora de contaminantes por los insumos que utiliza y por los residuos que genera.
  • El marco normativo actual favorece un sistema alimentario industrializado, que no se articula en torno a los recursos locales.

Ante ello, proponen los siguientes objetivos:

  • Es prioritario promover un sistema alimentario que contribuya a llenar el medio rural y a recuperar la actividad pesquera artesanal.
  • Es fundamental orientarnos hacia un modelo que priorice los alimentos frescos, locales, naturales y de temporada.
  • Es necesario garantizar no solo la viabilidad económica, sino también ecológica y social del sistema.
  • Es imprescindible reducir los contaminantes que dañan gravemente nuestra salud y la base natural donde producimos y extraemos alimentos.
  • Necesitamos nuevas políticas que fomenten la transición alimentaria.
  • Es necesario fortalecer y extender experiencias con base en los recursos locales.

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