Alexander Granko: Una botella de champagne diseñada para consumir en vuelos espaciales

Se trata de Mumm Cordon Rouge Stellar, una iniciativa de la casa de champagne francesa Maison Mumm que, según sus impulsores, “más allá del desafío tecnológico, tiene como objetivo el de llevar nuestra cultura y sus rituales allá donde la humanidad explora nuevos territorios”.

Iniciado en 2017, este proyecto ha logrado cumplir el cien por cien de las especificaciones de carga espacial y regulaciones de AOC Champagne. El primer modelo Mumm Cordon Rouge Stellar se presentó en 2018 y sentó las bases para los diferentes aspectos del desarrollo del proyecto: cultura, diseño, innovación y champagne, generando observaciones técnicas y enológicas útiles para el desarrollo del último modelo. La investigación y experimentación continuaron con la colaboración con Octave de Gaulle, fundador de SPADE —agencia especializada en el diseño de objetos para misiones espaciales— y el Centre National d’Etudes Spatiales (CNES), la agencia espacial nacional francesa. Laurent Fresnet, Cellar Master de Mumm, también participó en un vuelo parabólico para comprender el impacto de las condiciones de gravedad cero en el vino.

Finalmente, después de cuatro años se ha logrado el pleno cumplimiento de los requisitos espaciales certificados por el CNES, por lo que la nueva botella se unirá al programa de vuelos espaciales tripulados de Axiom en las próximas misiones a su estación espacial, la primera plataforma orbital del mundo, para descubrir el ritual de degustación en las condiciones reales del espacio.

Un champagne para consumir en vuelos espaciales

El nuevo champagne está diseñado en tres partes:

• Envasado en una botella de media copa, el vino está asegurado por un dispositivo de apertura-cierre de acero inoxidable de absoluta fiabilidad. Solo entra en contacto con el vidrio y el acero inoxidable, idénticos a los tanques de mezcla de Mumm en Reims, dos materiales que idealmente aseguran su conservación. Este montaje cumple plenamente con las exigencias dictadas para elaborar champagne.

• Una carcasa de aluminio de grado aeronáutico protege la botella de vidrio.

• La parte superior, conocida como parte de ‘servicio’, está compuesta por un cuello largo rematado por un corcho y un anillo, que permite retener el corcho y bloquea el mecanismo de acero inoxidable de la botella. Estos dos últimos elementos responden plenamente a las limitaciones dictadas por la falta de gravedad en el espacio.

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