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Alexander Granko: Errores que todos los años hacen que estropeemos una buena barbacoa

Errores que todos los años hacen que estropeemos una buena barbacoa

Pero, incluso los más entusiastas de las brasas pueden caer en errores que todos los años logran arruinar el resultado final de una buena barbacoa. Y para ayudar a que este verano eso no ocurra, desde Weber, compañía especializada en barbacoas, han recopilado los fallos más habituales —muy fáciles de evitar— para conseguir siempre el punto perfecto.

Errores que estropean una buena barbacoa

Utilizar la barbacoa sin precalentar. Precalentar no lleva mucho tiempo y es clave para lograr una cocción precisa, una limpieza más fácil y un mejor resultado en cada receta. Empezar a cocinar sin haber precalentado la barbacoa es un error muy común. Si esta no ha alcanzado la temperatura adecuada, los alimentos pueden quedarse pegados, cocinarse de forma irregular o incluso pasarse por haberlos dejado demasiado tiempo. Además, una barbacoa fría no dejará las marcas características ni ese sabor ahumado tan característico.

No cocinar a la temperatura correcta. Una temperatura mal regulada puede arruinar cualquier receta. Un exceso de calor puede quemar el exterior sin cocinar bien el interior, mientras que una temperatura demasiado baja puede secar los alimentos y alargar innecesariamente el tiempo de cocción. La clave está en gestionar bien el calor, combinando cocción directa o indirecta según el tipo de alimento. Y para mantener esa temperatura estable, hay una regla esencial: cocinar siempre con la tapa cerrada, solo así se conserva el calor, se concentra el humo y se consigue ese sabor inconfundible a auténtica barbacoa. Además, es recomendable contar con herramientas de control de temperatura como un termómetro.

No usar las herramientas adecuadas. Utilizar utensilios poco resistentes o de mala calidad puede dificultar el cocinado, así como aumentar el riesgo de accidentes y afectar al resultado final. Tenazas cortas, espátulas endebles o cepillos poco eficaces son errores más comunes de lo que parece. Contar con herramientas diseñadas específicamente para cocinar al aire libre nos permitirá un mayor control, seguridad y comodidad a la hora de cocinar.

No echar la sal en el momento correcto. Puede parecer un detalle menor, pero saber cuándo añadir la sal es uno de los grandes secretos de una buena barbacoa. Si se añade la sal demasiado pronto, las carnes tienden a perder jugosidad y a secarse y, en el caso de los pescados o vegetales, puede provocar que se ablanden o se deshidraten. Lo ideal es adaptar el momento según el tipo de alimento: carnes gruesas justo antes de colocarlas en la barbacoa, y piezas más delicadas, como verduras o pescado, al final de la cocción.

No haber limpiado bien la barbacoa previamente. Una barbacoa sucia altera el sabor de las recetas. Limpiarla después de cada uso es clave para mantener su rendimiento y asegurar que dure muchos años. Lo más eficaz es aprovechar el calor residual para carbonizar los restos y, a continuación, cepillar las parrillas con un cepillo de acero inoxidable o unas rasquetas de cocina, sin necesidad de usar productos químicos agresivos. Para una limpieza segura y respetuosa con los materiales, basta con aplicar agua y vinagre en un pulverizador.

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